Molesta la manipulación controlada. Saber que sé más de lo que pienso y creer menos en lo que sabía ayer, para corregirme, me convierte en una repudiada temporal del conocimiento. No quiero más droga estresante para la fórmula de la razón, hoy pido paz al intelecto, firmo un convenio entre el apetito de superación y la agonía del error. Afirmo que existe un necesidad acosante, digamos que un bichito vacilante detrás de mi oreja que pica, para aprender a caer y seguir. Error tras error me convierte en más, más aplicación más menos superficialidad igual integridad mental. Continúa leyendo